miércoles, 23 de febrero de 2011

DESDE EL PRINCIPIO (mi historia brevemente)



Desde que recuerdo, siempre me gustó usar ropas de mujer. No me gustaba cortarme el pelo y prefería mejor jugar con mis primas que con mis primos, estos dos eran luego muy hirientes y algo toscos a mi gusto.

Siempre jugué juegos de varón, pero en forma más tranquila, sin ser tan brusco ni agresivo, eso si nunca me gustó el fútbol, por mucho que lo intente, ni ningún otro deporte (bueno el Karate si). A mí no me gustaban los otros niños, salvo como amigos.

Hubo un tiempo que manifesté abiertamente que me gustaba Luis Miguel. Recuerdo que esa confesión causó revuelo en mi familia y todos a su manera me quisieron terapear; recuerdo perfectamente a un tío diciéndome que Luis Miguel era Maricón, que no debían de gustarme ese tipo de personas. Pueden imaginarse esa palabra en los oídos de un niño de 4 años, no tienen idea de cómo me dolía escuchar esas palabras que me parecían infernales y horribles.

A partir de ahí empezó mi calvario, comencé a conocer ese tipo de expresiones, como choto o puto y siempre me los pintaron como personas malas, pervertidos, apestados… Yo no quería ser una persona mala, siempre quise darle gusto en la medida de lo posible a mis padres, yo quería ser un niño bueno y que no me pegaran ni se enojaran conmigo, así que fui creando en mi sin saberlo una homofobía y un atraso para saber QUIEN ERA YO. En cuanto tuve uso de razón me sentía diferente, con mi corto entendimiento no podía determinar que era, sólo sabía que era diferente a los demás niños de mi edad.

No tienen idea como sufrí en la primaria, si hubiera una etapa de mi vida que pudiera borrar seria esa, porque precisamente esa diferencia que no podía determinar fue notada por otros niños y me colgaron la etiqueta de débil, tonto, llorón y maricón. Siempre cada año rogaba porque terminara pronto y cambiar de compañeros y así los nuevos me aceptaran y no me maltrataran, pero el nuevo año llegaba y apenas un par de meses y las cosas se ponían iguales o peores. Trate de defenderme, ponerme a la altura de ellos y ser igual de grosero, pero no funciono, casi siempre lo mejor fue estar sólo, pero también tenía necesidad de ser aceptado y tener amigos, cosa que nunca conseguí en la primaria.

Hoy puedo decir que nunca tuve un amigo en la primaria, que si me preguntan sobre mis recuerdos de esa etapa, puedo decirles que ni se que me hayan enseñado los maestros, pero si tengo muy grabado todo el maltrato físico y verbal que recibí de todos mis compañeros, de los cuales sinceramente no me importa si viven o mueren.

En al secundaria, durante el primer año las cosas parecían marchar bien al principio, pero después todo se encamino a una continuación de la primaria, ya no podía soportar más, ya había pasado 6 años de sufrimiento, ya no podía soportar mas. Me refugie ampliamente en el estudio pero también me propuse ser como los mis demás compañeros varones y lo logré en gran medida, logré fingir que era uno de ellos y fui aceptado. No negaré que en esa etapa me atraían las mujeres, pero me atraía más el imaginarme el ser alguna de ellas, me encantaba imaginar que yo era la chica que me gustaba, el tener un cuerpo femenino y gustarle a los chicos, fantasías que nunca manifesté abiertamente, pero lo deseaba en secreto.

A los 12 años leí por primera vez un artículo sobre la transexualidad. Recuerdo a una tía comentar sobre el caso de una viejita que fue hombre, que incluso estuvo en el ejercito y que se caso y tuvo hijos que cerca de sus 70 años les contó a sus familiares esa angustia con la que había vivido y a esa edad cambio su sexo. La curiosidad mía al escuchar esa historia fue grande y le pedía mi tía que me prestara esa revista, la cual era la revista “Luz” (tal vez por ahí en alguna parte aún la tenga). Aparte del caso de la viejita mencionaba otros los cuales no recuerdo, lo que si recuerdo es haber leído es que las personas transexuales sufren mucho en su vida por la falta de comprensión y aceptación, por lo que me negué a pensar que yo pudiera ser una, aunque en mi interior sabía que había encontrado una respuesta.

En fin, sigo: con el comienzo de mi pubertad, las cosas empezaron a cambiar......para mal (en mi interior). El desarrollo hormonal fue cambiando mi cuerpo para el lado que yo no esperaba. Sufrí muchísimo esos cambios y le pedía a Dios que me "cambiara" durante la noche, que me despertara siendo una chica. Por supuesto que, pese a todo esto, yo no quería asumir que era diferente y por eso no busqué ayuda o contarle a alguien, pensaba que con el tiempo se irían esos pensamientos y deseos interiores.

Tenía miedo de mi misma:

Miedo a ser homosexual, miedo a perder a mis amigos, miedo a ser golpeada, echada, a que se burlaran o peor, a que me encerraran en un manicomio.... Recuerdo una platica que tuvo mi mamá con mi papá, al cual le preguntó que qué hubiera hecho él si hubiera tenido un hijo homosexual, y mi papá contestó muy seriamente y con tono enojado, que no aceptaría un hijo así, que no sería tu hijo que lo echaría.

Un par de veces le dije a mi papá que necesitaba ver a un psicólogo, pero él neciamente me contestaba que me llevaría si primero le decía que me pasaba, cosa que en esos momentos no haría porque sabía que hubiera intentado arreglar “mi problema” a su manera, como lo hacen los hombres muy machos. En fin, no me quiso llevar y no tuve la oportunidad de sacar esa angustia con alguien neutral, tal vez eso me hubiera ahorrado ahora tantos sinsabores futuros.

El asunto es que siguieron pasando los años y yo, con mi doble vida a cuestas. A los 16 ya sabía perfectamente lo que era la transexualidad. Yo creía que a un transexual femenino tenían que gustarle los hombres, a mi no me gustaban y menos después de todo el maltrato que recibí de ellos en mis años de escuela, una cosa si tenía segura, que no era homosexual, pero por otro lado estaba ese deseo de ser mujer, esa sensación de ser diferente a todos los demás hombres. Si hubiera sabido en aquel entonces que la condición transexual es aparte de tus preferencias sexuales, hace muchos años hubiera determinado que si era transexual, tonta de mi.

Actualmente aun cuando me gustan las mujeres, no sé si quiera andar con una, porque en este caso tendría que ser lesbiana y aunque después de aceptarme me permití el que me gustaran los hombres, en estos momentos de mi vida no estoy interesada en las relaciones de pareja. Sólo he tenido como parejas a mujeres hasta el día de hoy, pero eso si, no he tenido relaciones sexuales, ni con mujeres ni con hombres en toda mi vida y no es algo que yo quiera en estos momentos.

Yo seguí con mi vida masculina como si nada, mientras interiormente veía como mi cuerpo seguía desviándose cada vez más de mi imagen mental femenina.... Incluso en un momento, como a los 16, por ese temor a ser homosexual tome hormonas masculinas para ver si así “me corregía”. Sólo logre que me creciera el bigote que nunca me había salido (bueno no mucho salio, pero salio algo), bello en las axilas y en las piernas, sin embargo esa sensación de ser diferente, el querer ser mujer nunca se fue ni disminuyo tantito.

Mis amigos nunca lo supieron, creo que nadie lo imaginaba siquiera. Y yo me hundía más y más

A veces me imaginaba o deseba que me ocurriera un accidente donde perdiera mis testículos y pene y así simplemente decirles a mis padres que no tenia caso vivir como hombre si no tenia genitales masculinos, era una forma de imaginarlo más fácil para mi. Otras me ponía idear una forma de hacerlo yo con mi propia mano e idear alguna forma para que pareciera accidental, pero no me atreví y fue mejor así.

Sobre el suicidio, me ha pasado muchas veces por la cabeza, pero sólo en dos ocasiones lo pensé seriamente, la ultima de hecho fue reciente, en una crisis que tuve porque esta situación pesa y pesa el saber que las personas que más quieres y están cerca de ti no te entienden, no te comprenden o no te aceptan, duele el saber que Dios no me la puso fácil y que esta lucha por adecuar mi cuerpo es torturoza. Llore, llore mucho, por horas en la noche, me estaba ahogando con el llanto, mi nariz estaba tapada y me estaba dejando ahogar, hubiera sido fácil ahí terminar, más no me lo quise permitir, porque no quiero morir como hombre, cuando muera me gustaría que me recordaran como mujer…

El aceptarme no fue fácil,. Para el 2006 el sentimiento de ser diferente y el deseo y la necesidad de ser mujer se había incrementado. Creía que era travestí, pero en Internet encontré personas travestís y me di cuenta que eran diferentes a mi, por mucho, eso me sumió más en la confusión ¿entonces qué era yo? Fue hasta que sin quererlo llegue a un foro de Internet de personas transexuales y empecé a leer historias de otras personas, historias de vidas, y con muchas similitudes a lo que yo he vivido, fue en ese instante que me cayo el veinte, que me di cuenta que siempre negué lo que era evidente y que no quería aceptar, era una persona transexual (gracias Disforia de Genero.org)

Todo fue como si se accionara un interruptor en mi cabeza, que cuando lo hizo apagó por completo mi mente "masculina" y se encendió definitivamente la femenina.

Y me dio alegría por fin saberlo, por fin dejarme el saberlo, por fin aceptarme. No dormí esa noche, estaba en la cama y sonreía para mí, medité, reviví toda mi vida, pensé en mis estudios, mis logros y mis derrotas, mis gustos, mi sexualidad, en todo y todos

Empecé a investigar a fondo, averigüé todo lo que pude y me contacté con toda la gente transexual o con experiencia que encontré.

Busque un psicólogo, cosa que no fue fácil, por es raro el psicólogo que sabe tratar estos casos, por lo regular el más preparado es el que tiene maestría en sexología y en toda la sección amarilla no había un sólo sexólogo, hasta que una a amiga transexual de México me dijo que cuando ella vivió en Veracruz vio a uno que si tenía la maestría en sexología y ya fue que pude contactar con el y llevo un año yendo a terapia semanalmente.

Continuara...

2 comentarios:

  1. Hola Verónika, ésta tu historia la he leido antes, y te dire que fue para mi una salida perfecta hace ya 4 años, ¿porque? por la enorme semejanza de tu experiencia principal que expones aquí con la mia personal, la he leido otra vez, y me produjo el ánimo como que si fuera el principio de nuevo, y nostalgia de aquella vez ya superada, que si bien pense incluso que si podrí8a ser yo, lo cual soy, y que ademas de ser lo que soy verdaderamente fue para mi la cura de una enfermedad incurable supuesta por la ciencia de la psiquiatria, de las cuales en mi Sano, al darle paso a la mujer que siento ser como Ser, una mujer, y que soy tan feliz como hasta ahora hasta el fin de mis días, al igual que tu le doy gracias a Disforia de Genero.org maravillosa página que borro de mí, mi mente masculina y se encendio en mí, mi mente femenina y para el resto de mi vida. Saludos Verónika desde mi Corazón...

    ResponderEliminar
  2. Hola mariavillosa historia mas porque pueds estar feliz de tus logros como mujer porque muchas otras no pueden expresar su verdadero ser y tu has tenido el valor amiga...

    ResponderEliminar