El chico que fui era real,
él siempre quiso ser el hombre
ideal.
No sabía por qué tenía que ser
hombre,
pero ya que le había tocado ese
papel,
intento ser el mejor de ellos.
No el más fuerte o el más galante,
sino ser aquel que podría
hacer sentir bien a una mujer.
Mas no lo logró,
ninguna chica le entendió.
Sin embargo él si les entendía,
¿por qué? Ni el mismo sabía.
Él quería encontrar la sabiduría
para poder desempeñar el papel
que le toco en su sociedad,
y sólo se topó con la infelicidad.
Se conformaba con “no ser” algunas
veces,
con escapar del “chico ideal”,
pero que difícil era volver a
toparse con su realidad.
¿Real? Sí lo fue, la esencia estaba
ahí,
mal dirigida, pero estaba ahí.
Su fachada si fue irreal
y creo que él como hombre también,
lo correcto sería decir que era un
buen humano,
sensible, honesto, sacrificado y
dulce.
Sacrificado… creo que ese fue su
peor defecto,
sacrificar lo que en realidad
sentía
por obtener algunas migajas de
amor.
Todo ello ha acabado,
esa realidad es muy lejana ahora,
hoy sé lo que soy y no volveré a
sacrificar mi felicidad en harás
de la aprobación de los demás.
El chico que fui lo llevo en mi
corazón,
le amo por mantenerme viva
hasta que decidí ser feliz.
Soy el mismo ser humano,
pero también alguien mejor,
soy feliz y soy la mujer que
siempre intuí.
Me amo por ello, te amo chico que
fui…
Si existiera alguien como tú en
esta realidad,
me enamoraría de ti.
Verónika Alejandra Inclán Cazarín
08-Nov-08
Dedicado a mí, al chico que fui y a la mujer
que siempre fui y que ahora soy sin temor
Preciosa entrada, Vero.
ResponderEliminarQue hermozo y emotivo, que lindo,... Tu si sabes escojer y hacer sentir las cosas Vero...
ResponderEliminarMe emociono muchisimo, hermoso !!
ResponderEliminarGracias a quienes han leido este poema
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