lunes, 28 de febrero de 2011

El Chico que fui…




El chico que fui era real,
él siempre quiso ser el hombre ideal.
No sabía por qué tenía que ser hombre,
pero ya que le había tocado ese papel,
intento ser el mejor de ellos.

No el más fuerte o el más galante,
sino ser aquel que podría
hacer sentir bien a una mujer.

Mas no lo logró,
ninguna chica le entendió.
Sin embargo él si les entendía,
¿por qué? Ni el mismo sabía.

Él quería encontrar la sabiduría
para poder desempeñar el papel
que le toco en su sociedad,
y sólo se topó con la infelicidad.

Se conformaba con “no ser” algunas veces,
con escapar del “chico ideal”,
pero que difícil era volver a toparse con su realidad.

¿Real? Sí lo fue, la esencia estaba ahí,
mal dirigida, pero estaba ahí.
Su fachada si fue irreal
y creo que él como hombre también,
lo correcto sería decir que era un buen humano,
sensible, honesto, sacrificado y dulce.

Sacrificado… creo que ese fue su peor defecto,
sacrificar lo que en realidad sentía
por obtener algunas migajas de amor.

Todo ello ha acabado,
esa realidad es muy lejana ahora,
hoy sé lo que soy y no volveré a
sacrificar mi felicidad en harás
de la aprobación de los demás.

El chico que fui lo llevo en mi corazón,
le amo por mantenerme viva
hasta que decidí ser feliz.

Soy el mismo ser humano,
pero también alguien  mejor,
soy feliz y soy la mujer que siempre intuí.

Me amo por ello, te amo chico que fui…
Si existiera alguien como tú en esta realidad,

me enamoraría de ti.


Verónika Alejandra Inclán Cazarín

08-Nov-08

Dedicado a mí, al chico que fui y a la mujer
que siempre fui y que ahora soy sin temor




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