sábado, 26 de febrero de 2011

La prisión sin muros, la prisión del cuerpo



            Existen mucho tipo de prisiones en el mundo, pero la prisión más triste es la que no tiene muros, la que carece de carcelero, de vigilancia, la prisión del cuerpo…

            Yo pensé que era prisionera por ser transexual y en gran medida lo fui… pero me topé con un documental sobre “El verdadero hombre elefante”, donde un joven sufría de elefantismo por diversos tumores en su rostro, entonces me di cuenta que mi prisión es más fácil de reconstruir para vivir una mejor libertad, mas hay personas que no tienen esa opción

            Cuántos no tienen la oportunidad de caminar, que sufren parálisis mental, carecen de sus extremidades, están parapléjicos o algo similar, ellos en verdad que sí están en una prisión, una prisión que no eligieron, y que por azares o por un destino marcado les tocó, y han tenido que soportarla y aprender a sobrevivir con ello. Fui una prisionera, pero en mis manos tuve las llaves (decisiones) para poder ir saliendo y así aprender a ser más feliz

            Muchos pensamos que sufrimos, sin embargo somos libres y no decidimos serlo, nos ponemos candados que nos inmovilizan, candados como el autorechazo, cuando en realidad tenemos todo, si algo no nos gusta de nosotros y podemos modificarlo y no lo hacemos, es porque en verdad hemos decidido vivir con ese candado. Lograr lo que queremos para nosotros tiene un precio y debemos tener la decisión de pagar ese precio, tener paciencia y trabajar por hacer realidad nuestro sueño.

            Tantas cosas las tenemos tan cerca, tan a la mano y vivimos con amargura, con prejuicios, con temores, con culpas, con preocupaciones, cuando en realidad lo tenemos todo. Y si muchos que no tienen todo, han luchado y han sonreído a su adversidad, por qué no lo habremos de hacer nosotros que poseemos las formas de librarnos de la prisión que hemos decido habitar, porque al no hacer nada para cambiar esa situación, en sí es una decisión de no avanzar y  estancarnos en la mediocridad.

            Benditos sean aquellos que viven en la prisión de su cuerpo y a pesar de ello tienen más energía y una sonrisa para encarar la vida, por su lucha, por enseñarnos a las personas que lo tenemos todo para ser felices, que la felicidad está al alcance de una serie de decisiones que nos llevan  experimentar la autentica libertad, al menos la que es posible en este mundo de paso, porque sólo estamos de paso, así que no nos lamentemos, mejor disfrutemos y luchemos.


¿Qué es una persona transexual?

de Verónika Alejandra Inclán Cazarín


Dirigido a las personas sin criterio para entender esto

¿Qué es una persona transexual?

Respuestas típicas del común de la gente:

1.- Un tipo demasiado gay o “loca”

2.- “Un hombre que quiere ser vieja”

3.- Un travestí operado

4.- Un pu…


Y la lista de variantes a estas respuestas podría seguir y ninguna se acerca de manera formal a lo que es una persona transexual, sólo distorsionan lo que es en realidad. Lo extraño que hasta gente de nivel académico de licenciatura y doctorado podrían dar una de las respuestas enumeradas, demostrando con ello que el nivel de conocimiento no siempre hace a una persona con criterio.

Una persona transexual es la que se siente dentro de un cuerpo de otro género (su cuerpo le dice "soy un hombre", pero su mente le dice "soy una mujer). Esta condición se conoce como disforia de género, provocando infelicidad o insatisfacción con el género de uno/a mismo/a. Ante esta situación, algunas personas optan por someterse a tratamientos hormonales, cirugías estéticas y la mal llamada operación de cambio de sexo. El término transexual se utiliza tanto para la persona que decide cambiar su sexo como para la que no toma tal decisión (por cuestiones económicas, miedo a la operación, padecer enfermedades que no le permitan la cirugía, etc.).

Y antes de proseguir explicare que la transexualidad no es una condición exclusiva de quienes nacen con sexo masculino, también hay mujeres biológicas, que en su interior se sienten hombres, sentimiento muy diferente al de las lesbianas. A una lesbiana simplemente le gustan las mujeres, puede ser que actué como vulgarmente se dice, como machorra o marimacho, pero no le desagrada su cuerpo. Un homosexual pude actuar de manera muy amanerada y “alocada”, pero tampoco le desagrada su cuerpo. De hecho muchos de esos comportamientos de homosexuales y lesbianas, son tomados por ellos como estereotipos, que inconscientemente aplican a sus vidas o porque en algún momentos les gusto actuar así.

Una persona “normal”, rara vez quiere entender esto, le es más fácil encasillar a todos en un mismo grupo (gay/lesbianas) y así ahorrarse el trabajo de pensar y racionalizar. La transexualidad es una condición humana, que en recientes estudios se ha descubierto que  aunque su cuerpo sea masculino, su cerebro es más similar a un cerebro femenino que a uno masculino. Así que en ese caso, eso explicaría porque su identidad de género no se desarrolla en concordancia con su cuerpo, y dado que el cerebro no se puede modificar, lo único viable es modificar el cuerpo.

Un mito muy difundido, es que una persona transexual quiere cambiar de sexo, para atraer hombres y tener relaciones sexuales y que laboralmente solo sirven para prostituirse y para el estilismo. Una persona transexual no busca cambiar de sexo para gustar a los hombres, lo hace para poder sentirse bien consigo misma, su gusto por hombres o mujeres es muy independiente de cómo se siente, de hecho una persona transexual puede ser heterosexual, bisexual u homosexual.

Tratare de ser más explícita en esto último, pero antes debo explicar unos términos, para así esclarecer lo que puede ser la orientación sexual de una persona transexual. Una mujer transexual, es aquella que nació con genitales masculinos y quiere cambiar su fisonomía a un cuerpo femenino y un transexual hombre, es quien nació con genitales femeninos, pero que quiere adecuar su fisonomía a un cuerpo masculino.

Muchas personas afirman fervientemente que una persona transexual es gay porque le gustan personas de su mismo sexo biológico, pero como afirman muchas especialistas en sexología, una persona transexual que no ha tenido una cirugía de reasignación de sexo (denominación correcta al llamado cambio de sexo), que se siente mujer, pero tiene genitales masculinos, y que le gustan los hombres, estaría manifestando una homosexualidad física y una heterosexualidad mental. Aunque esto aún es motivo de discusión, pues la persona transexual no se siente por esto homosexual, pues le resulta lógico que si se siente mujer, le gusten los hombres.

Como mencione, la transexualidad es una condición separada de la orientación sexual, pues podemos encontrar mujeres transexuales que le gustan las mujeres (sean mujeres transexuales o biológicas), en tal caso serian lesbianas. Ante esto muchos se preguntan ¿para qué cambiar de sexo si podría tener más suerte con las mujeres quedándose como hombre? Por la simple y sencilla razón, que la motivación de una persona transexual por cambiar de sexo no se debe a razones de su orientación sexual, como ya había dicho, una mujer transexual no busca cambiar sus genitales para gustar a los hombres, sino porque se siente a disgusto con su cuerpo, tanto así, que una mujer transexual que aún no se realiza una operación de reasignación de sexo, en sus relaciones sexuales con otras mujeres, no se comporta como un “hombre”, o sea no toma el papel masculino, sino que su ritual amoroso es como el de dos mujeres lesbianas, en si  es el encuentro de dos mujeres.

Ahora bien, también una persona transexual puede ser bisexual y disfrutar su sexualidad con personas de ambos sexos de manera indistinta, a lo que algunos dirán ¿pues cuando le quiten los genitales ya no podrá ser bisexual? A lo que les digo que con genitales masculinos o no, no se tiene que hacer uso de la genitalidad para ser bisexual, una mujer biológica puede ser bisexual y no por ello tiene que tener un pene; si este tipo de cuestiones se manifiestan en la mayoría de la gente es porque le dan una gran importancia a la genitalidad, además de estar en extremo desinformadas, sin imaginar siquiera, que pueden tener entre su familia o amigos una persona transexual que lo ha callado durante años o que simplemente no lo ha manifestado por temor al rechazo.

Si ese fuera el caso, no busquen “curar” a la persona, no la martiricen diciéndole como debe vivir su vida, lo mejor es aceptarla tal como quiere ser y si en verdad la queremos, aprender a respetar sus decisiones y apoyarle, para que no tenga que recurrir a la prostitución, a las drogas o al alcohol. Muchas personas transexuales son hombres y mujeres que se han desarrollado en diferentes ámbitos laborales, sin que su condición transexual haya disminuido ni un poco su nivel intelectual, ni sus deseos de triunfar. La diferencia entre una transexual que cayó en los estereotipos comunes y la que no, es que esta ultima tuvo quien le tendiera la mano y le valorara como persona y que le diera una oportunidad de ser ella misma, ya fuera en el trabajo, la escuela, los amigos o en el hogar.

Y no vale más una persona transexual que ha logrado vencer los obstáculos que una que ejerce la prostitución, ambas son ante todo personas, solo que a esta ultima hace falta que tú cuando la veas en la calle no la discrimines, no le hagas menos y no le grites vulgaridades; lo mejor sería poderles sonreír, y no porque les sonrías alguna vez, creerán que quieres sexo con ellas, sino que sentirán valoradas y con un peso menos en el corazón, porque alguien les hizo un gesto de aceptación.


Verónika Alejandra Inclán Cazarín
La autora es Lic. en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Veracruzana, ha colaborado con varias publicaciones de circulación nacional como México Desconocido y Mexicanisimo, es fotógrafa profesional, productora de video y escritora de artículos y poemas, y como ella dice: “Orgullosamente mujer transexual”