Por: Alejandra Inclán
Deseo
sentir diferente,
que mis
conexiones del placer
se
concentren en un punto con otra forma,
otra
configuración, otro aspecto…
Que toda
la erogeneidad de mi piel
vibre al
sentir tu contacto,
tus
labios, tu lengua, tu sexo.
Deseo
sentir diferente
porque
mis complejos no me dejan vivir,
disfrutar
tu caricia, tu vigor, tu humedad.
Hay quien
me habla de otros caminos para el deleite,
y no
quiero, no me llenan, no me producen nada,
me dejan
un vacío y un corazón entristecido.
Deseo
sentir diferente y no hay nada que pueda hacer,
mis
ganancias no me permiten pagar las modificaciones
al cuerpo
que alberga mi ser.
Podría
hablar de lo no justo,
de la
mala suerte, de sueños que nunca dejarán de serlo.
Esta es
mi realidad... con ausencia de sexualidad,
sin besos
recorriendo mi piel,
y sin tu
esencia depositada en mi entrepierna.
No se
extraña lo que nunca se ha tenido,
pero se
llora cuando sin importar lo que hagas,
ese
instante llamado orgasmo femenino,
quizás
nunca llegues a sentirlo.