Por:
Verónika Alejandra Inclán Cazarín
No
tengo la infinita voluntad de Zeus. Tampoco la fuerza de Heracles. Ni la
belleza de Afrodita. Ni soy una estratega de mil batallas como Ares. No tengo
la agilidad y prontitud de Hermes. Menos la sabiduría de Minerva…
Pero
tengo voluntad. Soy fuerte. Soy bella. Tengo estrategias para mis combates. Me
doy mi tiempo para actuar y lo hago en el momento que me parezca correcto. He adquirido algo de sabiduría y trato de
aplicarla a mi entorno, a mi vida…
Soy
mujer. Sé como ser dulce y disfruto enormemente
serlo. Mas ante todo soy Amazona, soy guerrera.
He
tenido que enfrentar a titanes del prejuicio, de lo preestablecido, de los defensores
de lo estereotipado. Y aunque es una guerra de nunca terminar, no me rindo.
Lucho y continúo. Descanso y retomo la batalla. Estoy en guardia y preparada.
No
me dejo intimidar. Tengo que luchar.
Mis
armas no son el escudo y la espada. En este tiempo ya no. Ahora combato con mi
mente, con mi serenidad, con mi paciencia, con lo justo, con la alegría, con la
verdad, con los sustentos, con todas las armas que me da la vida y con las que
cultivo día a día.
Soy
una guerrera, soy Amazona
Podría
parecer que estoy en una guerra perdida. No cambiaré el mundo. Pero por muy
pequeño que sea algo he de aportar.
Soy
diferente. Soy mujer. Soy guerrera. Soy Amazona Transexual